Miércoles 08
de Mayo, 2024

Construcción

Hoy, las mujeres asumimos tareas que antes eran privilegio de varones

Hoy, las mujeres asumimos tareas que antes eran privilegio de varones
  • Rosario Torpoco Viladegut, vicepresidenta de Cerámicos Peruanos (Ladrillos Pirámide): “La mujer puede asumir sus responsabilidades como profesional en una empresa, sin dejar sus tareas de esposa y madre; solo es cuestión de organizarse para cumplir ambos roles”

 

Con presencia en el mercado desde hace 52 años, Cerámicos Peruanos S.A. – CEPERSA, ha logrado un liderazgo evidente en el mercado de la fabricación y comercialización de todo tipo de ladrillos cerámicos de alta calidad. Así lo sostuvo Rosario Torpoco Viladegut, vicepresidenta de la compañía quien destacó, además, su condición de compañía privada con capitales 100% nacionales.

Torpoco sostuvo que la empresa le da una enorme importancia a la calidad, en consecuencia, todo ladrillo pasa por un sistema de control exhaustivo, cumpliendo lo establecido en las normas técnicas del Instituto Nacional de Calidad (INACAL), referidas a productos cerámicos para la edificación.

Manifestó que los directivos y el personal de todos los niveles de la organización tienen el firme compromiso de satisfacer los requerimientos y expectativas de los clientes, brindando productos con altos estándares de calidad, integrando la tecnología con un equipo humano comprometido y orientado hacia la mejora continua.

Reveló que la compañía obtuvo la certificación ISO 9001 (sistemas de gestión de la calidad), un logro alcanzado gracias al decidido compromiso de todas las áreas, convirtiendo a CEPERSA en la primera empresa ladrillera peruana que ostenta dicha certificación.

“Formada para contribuir con los peruanos, ofrecemos más de 30 tipos de ladrillos de alta calidad, que han permitido a CEPERSA posicionarse en el TOP de las ventas en el Perú durante los últimos años, obteniendo también distinciones internacionales a la calidad, reconocidos como los más fuertes y resistentes”, enfatizó.

La empresa, según informó la ejecutiva, está iniciando un nuevo proceso de certificación (ISO 14001: Sistemas de gestión ambiental), porque tiene un manejo muy responsable de la materia prima, el proceso de molienda y el cocido del ladrillo con gas natural, un combustible con menor riesgo de impacto ambiental.

“Cumplimos con los estudios de impacto ambiental (EIA) tanto en las canteras de arcilla como en la fábrica”, precisó.

Rosario Torpoco manifestó que la empresa, con la marca comercial “Ladrillos Pirámide”, fue creciendo en forma progresiva y exponencial, produciendo los ladrillos cerámicos industrializados de mayor reconocimiento por los peruanos.

“En estas cinco décadas hemos logrado crecer y consolidarnos como una de las marcas más representativas y como un referente en el Perú y en Sudamérica”, comentó.

Recordó que el nombre fue inspirado en las pirámides de Egipto, evocando su fortaleza y resistencia en el tiempo, al igual que toda obra construida con ladrillos “Pirámide”.

Informó que la materia prima principal para la fabricación de estos ladrillos es la arcilla, un producto proveniente de la minería no metálica, por lo tanto, la empresa hizo esfuerzos para tramitar diferentes denuncios y contar con canteras propias y varios tipos de arcilla.

Reveló que este éxito es producto de su señor padre, don Luciano Torpoco, que recorrió diferentes regiones como un gran explorador, buscando arcilla para garantizar la producción de la empresa. “Mi padre era ingeniero agrónomo, pero estuvo comprometido de corazón con la minería”, comentó.

Explicó que la arcilla es un material noble y el ladrillo que la empresa produce es simplemente eso: arcilla y agua, a diferencia de otras fábricas que producen ladrillos de concreto con muchos aditivos.

Otro aspecto muy importante de CEPERSA, según informó su vicepresidenta, es que siempre han apostado por la innovación tecnológica en todos sus procesos productivos, recurriendo a tecnología italiana, española, griega y suiza en sus diversos equipos.

Agregó que la innovación tecnológica no sólo se da en las áreas de producción, sino que han entrado a una nueva etapa de digitalización que les permite desarrollar aplicativos propios para estar en contacto con los clientes y distribuidores.

La compañía, -dijo la empresaria-, tiene dos plantas de producción ubicadas en la zona norte de Lima, una semiautomática y la otra totalmente automática. Cuenta con 350 trabajadores que realizan sus funciones en diferentes horarios, lo que les permite mantener una producción continua.


Presencia de la mujer en CEPERSA

Recodó que hasta hace 20 años los puestos destinados a las mujeres en la empresa eran escasos y poco trascendentes. Actualmente, según reconoció, esto ha cambiado mucho, puesto que el número de mujeres trabajan en la compañía se ha incrementado, ocupando puestos de gran responsabilidad.

“Como empresa tenemos la proyección y el deseo de que la mujer se integre aún más en todos los ámbitos de esta. Actualmente ya tenemos presencia femenina en el área de mantenimiento, cuando históricamente esta era un área destinada a los varones”, recalcó.

En opinión de Rosario Torpoco, la mujer debe participar en cargos directivos del mundo empresarial y otras actividades de mayor trascendencia, pero esto debe promoverse desde la educación básica para que más jóvenes se decidan estudiar ingeniería, economía, arquitectura, entre otras carreras.

En el mundo de la construcción y, sobre todo en ladrillos, según recordó, trabajaban básicamente varones y el papel de la mujer ha quedado relegado.

“En mi caso, a pesar de ser hija de uno de los fundadores, el camino fue muy difícil de transitar, pero a lo largo de los años demostré que con esfuerzo y dedicación se pueden alcanzar grandes metas”, comentó.

Sostuvo que el compartir roles en la familia influye para romper paradigmas y conceptos preestablecidos, porque la mujer de manera progresiva va asumiendo tareas que antes siempre estuvieron en manos de varones.

“La mujer puede asumir sus responsabilidades como profesional en una empresa, sin dejar sus tareas de esposa y madre; solo es cuestión de organizarse para cumplir ambos roles”, enfatizó.

La mujer, según recalcó, le pone el toque de ternura y sentimiento a las actividades, no solo en la familia, sino también en la empresa, porque no todo son estadísticas y números, “no somos robots, también somos emociones, espiritualidad y amor, todo eso debe reflejarse en los trabajos más duros”.

Sostuvo que la perspectiva de género en las empresas debe concebirse como un derecho propio, que coloca en posición de equidad tanto a hombres como a mujeres. Esto favorece, según dijo, a los índices de productividad, un ambiente armónico y estable, así como la motivación para el desarrollo de distintos roles y tareas.

En CEPERSA, agregó la ejecutiva, se ha formado una gran familia, donde no solo se ve la parte técnica y productiva, sino también se valora el aspecto humano y la dignidad de cada colaborador, propiciando su crecimiento integral como persona.