Viernes 22
de Noviembre, 2024

Construcción

Raúl Delgado Sayán: “Hay que separar las obras nuevas de las obras de prevención”

Raúl Delgado Sayán: “Hay que separar las obras nuevas de las obras de prevención”
  • Las nuevas, aunque fueran complejas, son predecibles y de menor riesgo, mientras que las obras de prevención tienen que enfrentar a fenómenos naturales extremos que son impredecibles.
  • En mi opinión debería haber una Autoridad Nacional de Obras de Prevención que se dedique exclusivamente a estas obras, y que en el Perú se enfrenta a dos riesgos extremos: Los fenómenos naturales causados por “Los Niños” y los megasismos de gran magnitud.

 

Ing. Delgado Sayán, ¿Qué medidas básicas propone la ingeniería para mitigar que el incremento desmedido del caudal de los ríos, y su consecuente desborde, afecte a ciudades y personas?

– Los Estudios de ingeniería deben realizarse con resiliencia para definir en cada caso un rango a partir del cual ocurren los desbordes de los ríos, de modo de tomar todas las providencias del caso para que ese nivel nunca sea alcanzado, independientemente de la cantidad de lluvia que pueda caer en la cuenca “aguas arriba”.

Para mitigar los excesos deberá ubicarse estaciones de medición que desde las partes superiores vayan informando sobre los caudales y en caso que se note un incremento peligroso, activar reservorios en zonas de amortiguamiento temporal que permitan mantener el río en niveles por debajo de ese caudal máximo para que nunca ocurran desbordes en las ciudades.

¿Los sistemas de drenaje de aguas pluviales son costosos y difíciles de construir en las grandes ciudades como Lima?

– El manejo de aguas pluviales debe ser diseñado en concordancia con la topografía de áreas que permita rápidamente recolección y evacuación. Nunca debe juntarse con el sistema de saneamiento de aguas servidas, sino ubicar su disposición por canalización y zanjas cubiertas hacia su destino final en los ríos. No debe descartarse también la conducción hacia reservorios para casos de excesos de agua y disponer de un sistema de evacuación de aguas pluviales con motobomba en zonas de vías expresas bajo el nivel de la superficie donde el agua se acumulará de todas maneras.

La ciudad de Lima, salvo en los cerros, es bastante plana y es una metrópolis muy extendida que hace muy difícil la evacuación de aguas pluviales, porque no ha sido concebida para esta eventualidad de lluvias en exceso. Felizmente es muy baja la probabilidad de ocurrencia y quizás en caso de este fenómeno natural extremo lo más probable sea la acumulación en exceso de agua de lluvia en los techos de las viviendas.  

Difícilmente se justificará un gasto en sistema de drenaje de agua de lluvias para la ciudad de Lima porque felizmente no hay casi ninguna probabilidad de ocurrencia de este fenómeno. El problema de Lima fundamentalmente es enfrentar riesgos sísmicos extremos.

¿La construcción de edificios residenciales u otras infraestructuras incluyen en sus diseños el concepto sismorresistente?

– La Norma Peruana de Diseño Sismorresistente E-030, Reglamento Nacional de Edificaciones, es una norma muy buena que constantemente está en revisión y actualización, siempre orientándose hacia nuevas exigencias que demanda el riesgo sísmico, que es muy alto en todas las ciudades costeras del Perú.

Ciertamente, los profesionales de ingeniería deben realizar sus diseños cumpliendo con la Norma E-030 y aplicando sus conocimientos; experiencia y criterio profesional, para que dichas edificaciones puedan tener un margen de resiliencia respecto al sismo extremo, que incluso sea superior a los requerimientos de la norma actual, para también considerar un adecuado comportamiento para resistir las réplicas fuertes y numerosas que acompañan a estos sismos extremos.

Su opinión sobre la “Reconstrucción con Cambios”, básicamente del Norte, y la creación de la Autoridad Nacional de Obras de Infraestructura.

– Lamentablemente ARCC no ha dado los resultados esperados debido a que su enfoque real, desde su creación, ha estado en avanzar obras de reconstrucción de lo afectado, relegando a un segundo plano las obras de prevención de los fenómenos extremos: Niño, la Niña, que mitiguen esencialmente los excesos causados por la lluvia, tanto en la generación de huaicos como el control de desbordes de los ríos y de drenaje pluvial, a lo cual se le denominó “soluciones Integrales”. A pesar de haber cumplido 6 años desde su creación, no se efectuaron estas obras y “El Niño” se presentó con fuerza causando graves pérdidas en todas las ciudades del Norte del país, incluyendo también aquellas obras y servicios que ya habían sido reconstruidas.

Preocupa en la creación de la Autoridad Nacional de Obras de Infraestructura el que éstas estén basadas en la Autoridad de Reconstrucción con Cambios y que se puedan repetir los errores de ésta, incluso teniendo en cuenta que los proyectos y obras a ejecutar serían ahora de mayor magnitud.

Una premisa fundamental es que se deben separar las obras nuevas de las obras de prevención, debido a que de no hacerlo siempre se priorizará la obra nueva sobre las obras de prevención, debido a que las nuevas, aunque fueran complejas, son más predecibles y de menor riesgo, mientras que las obras de prevención tienen que enfrentar a fenómenos naturales extremos que son impredecibles. 

Mi opinión es que debería haber una Autoridad Nacional de Obras de Prevención que solamente se dedique con exclusividad a estas obras, y que en el Perú se tiene que enfrentar a 2 riesgos extremos:

  1. Los fenómenos naturales extremos causados por los Niños, y
  2. Los megasismos de gran magnitud que ocurren en nuestro territorio.

¿En la construcción de obras de infraestructura de diverso tipo, el Estado le da la importancia debida a las opiniones técnicas de los ingenieros?

– Creo que allí hay algo que tiene que mejorarse ostensiblemente. En el Perú hay la tendencia de culpar de las trabas en las obras de infraestructura a aspectos normativos; modelo de contratación; procesos de selección; faltas de planificación; expedientes técnicos, etc., sin comprender que la materia de fondo a construirse son obras de ingeniería y que tienen que enfrentarse y resolver problemas eminentemente técnicos durante su ejecución. Los problemas surgen en la obra y deben tener la capacidad de resolverse en la obra misma por los ingenieros, porque si llegan al escritorio se convierten en controversias que se derivan posteriormente en arbitrajes, que incluso la parte perdedora cuando es el Estado pide nulidad del Laudo y ello genera falta de liquidez en las obras y duran mucho tiempo.

El número de obras trabadas o paralizadas en el Perú es impactante, cerca de 3,000 y no hay peor daño que una obra paralizada, porque constituye un capital muerto; costará mucho más para terminarla cuando pueda reiniciarse y no está prestando los servicios básicos para lo cual fue concebida.

Ingemmet tiene un mapa de zonas críticas de posibles deslizamientos y huaicos?

– Por supuesto que sí. INGEMMET ha hecho un trabajo excelente identificando 834 zonas críticas de deslizamientos; inundaciones y huaicos (debido a precipitaciones pluviales) en todas las regiones del Perú, ubicadas principalmente en las zonas costeras y las estribaciones occidentales de la Cordillera de los Andes, con información muy actualizada y ha señalado un total de 688 distritos expuestos en forma Alta y Media Alta para inundaciones en la Costa Norte del Perú y en Loreto y Ucayali, con una población expuesta de 6’752,000 habitantes y otro más de exposición Alta y Media Alta a movimientos de masa (huaicos) en un total de 1,481 distritos y una población de 8’615,000 habitantes.

En buena cuenta, alrededor de 15 millones de habitantes expuestos a riesgos de huaicos e inundaciones, vale decir, prácticamente la mitad de toda la población del país.

Aunque la pregunta no lo menciona, el otro gran riesgo es el de la exposición a megasismo y ello corresponde a zonas identificadas por instituciones como el IGP; Estudios del CISMID de la UNI; CENEPRED, entre otras entidades, que no solo nos determinan la magnitud de los sismos extremos, a los que estamos expuestos, y las regiones de mayor riesgo, sino también la microzonificación sísmica por categorías de suelos en las ciudades más importantes y expuestas del país.

La información existe, pero no las inversiones en obras de prevención. Las instituciones de investigación dan las alertas del riesgo y magnitud de lo que pueda ocurrir, pero corresponde a la ingeniería, como técnicos, el diseño y construcción de las obras de prevención.

¿Cuánto hemos avanzado en el Perú en la cultura de riesgo de desastres? ¿Los gobiernos se preocupan del tema?

– Lamentablemente no hemos avanzado mucho como debiéramos, porque además estamos ubicados en una zona de mucho riesgo de fenómenos atmosféricos extremos, así como megasismos, y no se puede notar que haya mucha preocupación y acciones efectivas directas en este tema con obras de prevención.

Las instituciones, el sistema de defensa civil, entre ellos el INDECI, CENEPRED, ENFEN, Instituto Geofísico del Perú, Senamhi, entre otros, se preocupan por alertarnos y cumplen su trabajo, pero no están preparados para realizar las obras de prevención, que esa es la labor fundamental de ingenieros peruanos de varias especialidades, entre ellas: Hidráulicos; Hidrólogos; Estructurales; Geotécnicos; GIS; Topógrafos; de Embalses; de Saneamiento, que puedan trabajar en equipo, ya que una sola disciplina no puede decidir todo lo concerniente a estos proyectos de prevención. No hay cultura de riesgo de desastres si no hay ingeniería e instituciones de obras de prevención.

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