• Para lograr el desarrollo industrial hay una “bala de plata” que es el hidrógeno verde (H2).
• Reveló que en una reunión con investigadores de diversas facultades de la UNI decidieron crear un Instituto de Hidrógeno Verde en la universidad.

 

El Dr. Alfonso López-Chau Nava, flamante rector de la Universidad Nacional de Ingeniería – UNI, en su exposición sobre “Universidad, Innovación, Crecimiento y Desarrollo”, organizado por el Patronato de la UNI – PROUNI y la propia universidad, señaló que el Perú tiene aproximadamente 2’870.000 empresas, de las cuales el 99% está en el nivel de micro y pequeña y solo 0.6% en el nivel de mediana y gran empresa. El desafío que formuló es continuar así o hacer algo por mejorar.

¿Y qué tiene que ver esto con la UNI?, se preguntó el expositor y dijo que la respuesta está en los estatutos de la universidad (Art. 6.2) entre las funciones de la universidad está “la realización de investigaciones científicas de carácter fundamental y aplicado: El rescate, la modernización, la creación y el avance de tecnologías para impulsar el desarrollo del país”.

En opinión del expositor el Perú debe fijarse como objetivo principal, convertir al país en una potencia industrial, por lo menos intermedia, propuesta que el expositor ha presentado en otras oportunidades, según refirió, pero que esta vez tiene el respaldo de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, cuya meta 9.2 dice: “Debemos aumentar significativamente la contribución de la industria al empleo y al producto bruto interno (PBI) (…) duplicar esa contribución en los países menos adelantados”.

Sostuvo que para concretar esta propuesta se necesita acumulación de capital social y acumulación de capital físico. Precisó que capital social tiene que ver con la cohesión de una comunidad, la solidez de sus instituciones políticas y sociales.

Dijo que en el campo de capital social hay mucho que trabajar y para empezar es indispensable un sistema de partidos políticos, porque los liderazgos se generan en la universidad y en los partidos, en consecuencia, se necesita una reingeniería social para que en los partidos surjan los mejores, porque en un sistema como el actual en el que los partidos son propiedad privada o controlado por cúpulas, es imposible.

López-Chau sostuvo que para lograr el desarrollo industrial hay una “bala de plata” que es el hidrógeno verde (H2) al que no se le está dando la debida importancia.

Dijo que el hidrógeno es el elemento más abundante del universo y que la electrólisis se basa en la descomposición de la molécula de agua (H2O) en oxígeno e hidrógeno y este último puede producirse mediante electrólisis alimentada por fuente de energía 100% renovable.

“Las máquinas electrolizadoras toman su potencia en la energía solar o eólica, de ahí el nombre de hidrógeno verde”, precisó.

El hidrógeno verde -continuó- se postula como uno de los pilares de la transición energética, así lo entienden en Alemania, Australia y Chile, entre otros países. “Está llamado a ser el vector de la transición energética y un gran aliado para el cumplimiento de los objetivos del desarrollo sostenible (ODS)”, enfatizó.

Reveló que dos de las plantas más antiguas de hidrógeno verde se encuentran en Zimbabwe y en Perú, agregando que la propietaria de la planta peruana es Industrias Cachimayo.

Recordó que el Perú cuenta con 3,080 Km de costa, por lo tanto, abundante agua disponible para alimentar grandes plantas de electrólisis. Agregó que las regiones del norte y sur del Perú son potenciales centros de producción gracias a sus recursos renovables.

Potencialmente -dijo el expositor- se podrían desarrollar tres hubs de hidrógeno verde en el país para abastecer la demanda interna y generar un mercado de exportación.

Con mucha convicción sostuvo que el hidrógeno verde es un motor para descarbonizar, diversificar la matriz productiva y generar nuevas industrias de desarrollo local.

Enfatizó que en el largo plazo dos variables tendrán un efecto significativo sobre la reducción de costos: el incremento de la demanda industrial y el desarrollo tecnológico.

Mencionó que el hidrógeno verde tendrá ventajas muy concretas, siendo las principales las siguientes: diversificación económica, diversificación productiva, generación de empleo, formación de polos de inversión en diferentes regiones, reducción de la contaminación y fomento de la innovación tecnológica.

Hace algunas semanas, según reveló, en una reunión muy entusiasta con investigadores de diversas facultades de la UNI decidieron crear un Instituto de Hidrógeno Verde en la universidad. Reconoció que la primera batalla será hacer que el Perú tome conciencia sobre este tema y la segunda batalla será lograr que el país tenga una hoja de ruta.

“Dios mediante, pronto construiremos la primera planta de hidrógeno verde en el Perú”, comentó.

El ponente sostuvo que el Perú tiene la gran posibilidad de desarrollar una industria competitiva y exportadora de hidrógeno verde, una oportunidad concreta de convertirse en exportador de cobre verde y una industria minera amigable con el medio ambiente. Los camiones transportadores de minerales serían alimentados con hidrógeno verde, según precisó.

Los desafíos que el ponente ha identificado para concretar esta aspiración son los siguientes: establecer una estrategia nacional de hidrógeno verde; dar señales regulatorias claras para emparejar la cancha con los combustibles fósiles; el desarrollo de capacidades y el fomento de la investigación científica, así como la innovación en los centros de formación y universidades.

También tienen vital importancia, agregó, dar señales de apoyo financiero y ejercer liderazgo desde la universidad hacia el Ejecutivo para atraer empresas nacionales y extranjeras.

Haciendo una comparación, López-Chau enfatizó que mientras en el Perú no existe ningún estudio técnico que identifique el potencial energético renovable, Chile ya ha identificado más de 1 800 GW, es decir, 70 veces la demanda del país.

Asimismo, agregó, el Perú no tiene ninguna estrategia nacional ni políticas públicas de promoción de hidrógeno verde, en Chile existe esa estrategia y políticas públicas desde noviembre del 2020.

Indicó que Chile se propone producir al 2030 el hidrógeno verde más barato del planeta a un precio de 1.5 USD/Kg y convertirse en líder en la producción de hidrógeno verde por electrólisis. “El Perú no tiene ninguna proyección ni siquiera algún estudio técnico al respecto”.

Dijo que las discusiones en el Perú se centran en temas sin trascendencia.