• Con amplia experiencia en este sector, afirmó que los mineros que ya facturan tienen diversas ventajas para comprar sus insumos y vender su mineral a precios justos.
• Precisó que el minero informal es el que está en proceso de formalización, mientras que el minero ilegal es quien no se va a formalizar jamás.

 

El CPC Pedro Vilcarromero Carbajal, gerente general de Vilcarromero & Asociados, viene trabajando, desde hace 12 años en la formalización minera, un mercado abandonado por décadas, debido al desconocimiento de los mineros sobre los pasos que se deben dar para formalizarse, así como por un dilatado camino que recorrer por los trámites engorrosos y burocráticos del Estado.

“Decidí acometer este reto sabiendo que era un proceso largo y complicado, incluso al inicio hubo dudas y desconfianza entre los mineros, pero con un trabajo perseverante, logré motivarlos, explicándoles las ventajas de la formalización”, comentó.

Dijo que muchos mineros informales de Ayacucho, Apurímac, Arequipa, Cusco, entre otras zonas donde asesora, después de cumplir los pasos que indican las normas, empezaron a facturar y se dieron cuenta que esto significaba para ellos mayor rentabilidad por que ya no tenían los descuentos abusivos de antes.

El especialista agregó que estos mineros que ya facturaban tenían otras ventajas, por ejemplo, comprar diversos insumos, como cianuro y explosivos, al igual que herramientas en el mercado formal y, consecuentemente, su costo de producción se reducía sustancialmente.

Señaló que antes compraban explosivos en el mercado negro y pagaban cinco veces más, además, según precisó, movilizar estos insumos sin autorización, es tarea delicada, si la policía los detectaba los detenía y los sometía a un proceso penal. Si la empresa ya formalizada empieza a facturar, los fabricantes de explosivos podrán vender su producto sin inconveniente y llevárselos a la zona minera indicada.

Vilcarromero reveló otro aspecto muy importante de la formalización minera: “El minero informal, así no sea dueño de la concesión o no tenga contrato en la zona donde ejerce su actividad, puede vender su mineral, porque así lo estipula la Ley 31007 y sus decretos legislativos emitidos con posterioridad”.

Indicó que para esta venta solo se necesita la Declaración de Compromiso (2012) o la inscripción en el Registro Integral de Formalización Minera –REINFO- (2021).

Sin embargo, el experto precisó que hay una gran diferencia entre un minero informal y un minero ilegal: “El informal está en proceso de formalización, mientras que el ilegal no se va a formalizar jamás”, recalcó.

En opinión del profesional, el talón de Aquiles de la formalización minera es que los dueños de las concesiones son muy exigentes, pidiendo el 40% o 50% de la producción, incluso en ocasiones algunos quieren quedarse con todo el producto y lo que formalmente corresponde de acuerdo con la ley un mineral que cuesta 0.50 lo quieren pagar en 0.20.

Agregó que un minero formalizado cuando ya factura puede comprarse una casa o un carro, sin inconveniente alguno, ya que tiene como sustentar el dinero, sin embargo, si no facturase no podría hacerlo ya que la Sunat, la SBS y la UIF, están al acecho. “Si el minero no puede sustentar el dinero se le acusa de lavado de activos”, enfatizó.

“La mejor decisión es formalizarse para comprar con confianza máquinas y equipos que les permita mejorar la producción y productividad y así crecer sin miedo a que la Sunat o la Policía les puedan quitar esos activos”, comentó.

Pedro Vilcarromero exhortó a las plantas procesadoras a ayudar a los mineros a formalizarse, dándoles capacitación técnica, motivándolos a formalizarse, hablándoles con claridad y franqueza para que confíen.

“Si los mineros se formalizan, sus plantas también lo hacen, de lo contrario tendrían dificultades para exportar, ya que no podrían sustentar el origen del mineral”, subrayó.

En cuanto a Vilcarromero y Asociados, dijo que fue fundado en 1981 por su señor padre Don Carlos Antonio Vilcarromero Brenner quien también fue contador de profesión.

Agregó nuestro entrevistado que sus estudios de maestría y especialización en la Universidad del Pacífico le han permitido apoyar de manera eficaz y eficiente a la formalización de los mineros.

“Yo estoy al frente de la firma desde hace 12 años. Después de analizar con profundidad el tema tributario y laboral, me di cuenta de que el tema minero estaba perdiendo plata siendo informal y decidí ayudar a este sector con capacitaciones y la formalización”, comentó.

Informó que este trabajo le apasiona, ya que va viajando por todo el país cumpliendo esta labor. Nos cuenta que tiene un Departamento Contable, con personal altamente calificado en formalización, teniendo en cuenta que, según las normas del sector, el que compra y el que vende son los responsables solidarios, por lo tanto, ambas partes necesitan capacitación.

“Estoy al servicio de los mineros donde sea que ellos se encuentren, para escucharlos y orientarlos, analizar su situación y luego guiarlos en su formalización y así empezar a trabajar sin miedo ni incertidumbre de perder su producción en cualquier momento”, recalcó.

Afirmó que su estudio no solo asesora en la formalización, sino que brinda a los mineros un apoyo integral, es decir, técnico, contable, tributario y laboral. Dando apoyo en compras y transporte de insumos peligrosos; asimismo en la venta de su mineral. Agregó que esto es posible gracias al personal multidisciplinario del que dispone.

“Tenemos más de 200 clientes a nivel nacional muy contentos, que reconocen el apoyo brindado y dan testimonio a los demás mineros sobre las ventajas de la formalización”, enfatizó.

Profundo conocedor del sector minero, Pedro Vilcarromero, informó que en estos momentos la inscripción en el Registro Integral de Formalización Minera –REINFO se encuentra cerrado, por lo tanto, sólo pueden formalizarse los mineros que ya están inscritos, los mineros de nuevas generaciones están imposibilitados de hacerlo por el momento.

“Este es un error del Estado y debe ser revertido por el Congreso para no condenar a la informalidad permanente a los mineros jóvenes”, recalcó.

Sin embargo, en opinión de este profesional, el REINFO no debe cerrarse de manera permanente, ya que los mineros deben tener un plazo mínimo de dos años para poder formalizarse de lo contrario sin un plazo fijo nunca podrían proceder con su formalización.

Finalmente, hizo un llamado a los mineros a confiar y dejarse ayudar, que su empresa pone a su servicio una amplia experiencia para poder ayudarlos en su formalización ya que tiene indudables ventajas que muchos desconocen.