• Ing. Juan Hoyos Ordoñez, presidente del Foro de Gestión Social del XV Congreso Nacional de Minería (Conamin XV): Cuando una compañía minera se hace presente en una localidad, la comunidad cree que ha llegado alguien a resolver sus problemas, porque el Estado brilla por su ausencia.

 

“Cuando llegamos a las comunidades campesinas desde la primera etapa de exploración, nunca encontramos la presencia del Estado, ni municipal, ni regional ni nacional, por lo tanto, la percepción de dichas comunidades es que alguien llegó para solucionar sus problemas”. Palabras del Ing. CIP Juan Hoyos Ordóñez, presidente del Foro de Gestión Social del XV Congreso Nacional de Minería (Conamin XV) que se realizará en la ciudad de Trujillo del 24 al 28 de junio del 2024.

Frente a esa realidad, según dijo, toman a las compañías mineras que llegan a explorar y no a producir directamente, como la solución de sus necesidades y en muchos casos eso se convierte en exigencia, haciéndose indispensable elaborar todo un plan de comunicación para explicar la diferencia entre el rol del Estado y el de la empresa.

“Pero no solo es necesario hacer las explicaciones correspondientes, sino sobre todo generar la confianza entre la población y la compañía minera para vivir en paz y armonía que beneficie a ambos”, comentó.

Agregó que la empresa minera requiere mano de obra calificada, pero estas comunidades no cuentan con ella, por lo tanto, es necesario capacitar a los pobladores y cuando el proyecto minero empieza la fase de producción, demanda una serie de bienes y servicios que dichos pobladores podrían brindar, pero, una vez más, no hay gente capacitada para constituir y gestionar una pequeña empresa.

Es necesario, según agregó, estudiar su organización, sus normas, sus costumbres y, sobre esa base, promover algunas experiencias productivas que les permitan generar el desarrollo.

“Sin embargo, no se puede dejar de lado las actividades productivas que desarrollan desde hace muchas décadas, como la agricultura y la ganadería, sino promoverlas y mejorarlas”, enfatizó.

En opinión de Juan José Hoyos, tanto el Estado como las compañías mineras deben proporcionar información y comunicación fidedigna y generar confianza con las comunidades del entorno, tratando de consolidar el capital social que permita construir relaciones de mutua colaboración.

El profesional sostuvo que en la mayoría de estas comunidades, incluso en los distritos correspondientes, la gente no sabe qué es canon, ni regalías ni derechos de vigencia, haciéndose necesaria capacitarles y hacerles entender que existen dichos recursos que les pueden beneficiar.

Agregó que muchos de esos recursos se quedan en los distritos y no llegan a las comunidades, por lo tanto, es necesario generar mecanismos con las mismas comunidades para, a través de los presupuestos participativos, dichos recursos beneficien realmente a las comunidades del entorno minero, a través de proyectos de desarrollo.

Hablando del XV Conamin, Juan José Hoyos, reveló que se abordarán temas de suma importancia, como aspectos socioambientales, porque la permanente preocupación de las comunidades es sobre la posible afectación de la operación minera al medio que les rodea, en consecuencia, es necesario tratarlos de manera transparente para que pierdan el miedo, muchas veces infundado.

También se abordará, según informó, el tema del corredor minero del sur, que involucra a varias operaciones, como Las Bambas, Hudbay y Antapaccay. Agregó que en este caso se verán las posibles alternativas para generar oportunidades de desarrollo y superar los conflictos sociales que se presentan con frecuencia.

Agregó que en este primer bloque de XV Conamin también se verá la Metodología para la Solución de Conflictos y Acuerdos de Convenios Marco.

En el segundo bloque, según reveló, se verá lo que las comunidades están haciendo, sus debilidades y fortalezas, resaltando los avances y logros de algunas comunidades como ejemplos.

Destacó el desarrollo de muchas empresas comunales que surgen alrededor de las operaciones mineras, como proveedores de bienes y servicios y su éxito es necesario replicar para que otras iniciativas sigan surgiendo en dichas comunidades.

“Nuestra preocupación es cómo hacer para que las inversiones lleguen al interior del país, a zonas alejadas, resolviendo necesidades básicas y generar una convivencia pacífica y, a partir de eso, motivar que el Estado también llegue con obras concretas en salud, educación y nutrición, de los cuales es el principal responsable”, enfatizó.