• “El factor que está permitiendo cerrar el déficit es el buen rebote de los ingresos públicos, gracias a los precios de los commodities en el mercado internacional, como el cobre, plata, zinc, entre otros”.
• “Aquellas opiniones de que la economía y la política caminan por cuerdas separadas simplemente están equivocadas”.
• III Foro de Desarrollo Económico Regional Arequipa 2021, Organizado por: El Instituto Peruano de Economía (IPE), la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa y la Facultad de Economía de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA).

Alfredo Thorne Vetter, exministro de Economía y Finanzas, así como director principal de Thorne & Associates, en su exposición sobre la economía nacional, en el III Foro de Desarrollo Económico Regional Arequipa 2021, sostuvo que en temas económicos los peruanos estamos divididos entre dos extremos, “aunque pocos quieren los extremos, sino prefieren una vida más normal”.

La exposición tuvo tres partes: Cómo estaba la economía cuando Pedro Castillo asumió la presidencia; los retos fiscales que enfrentará, tema de indudable importancia de acuerdo a los comentarios recientes del ministro de Economía Pedro Francke; finalmente, entrar en temas políticos para ver dónde se encuentra Castillo en términos de promesas electorales y el gabinete que conformó.

Recordó que la economía estuvo muy bien hasta diciembre del año pasado, prácticamente llegamos a niveles prepandemia, sin embargo, llegó la segunda ola del coronavirus, originando la caída hasta el mes de abril, en mayo se produjo el rebote y en estos momentos estamos a 0.8% de los niveles prepandemia.

Dijo que la economía ha ganado mucho espacio, ha rebotado desde niveles muy bajos a los que llegamos en marzo y abril del 2020, produciéndose lo que los economistas llaman un “rebote cíclico”, es decir, la economía generó mucho acceso de capacidad porque prácticamente se había cerrado, y cuando los empresarios prendieron nuevamente las máquinas, la economía regresó sin mucho esfuerzo, solo con un buen planeamiento de regreso.

Sin embargo, agregó, cuando vemos los indicadores de alta frecuencia, como la producción de electricidad, la economía tuvo nueva recaída, con una contracción de 5% aproximadamente, aunque se pudo recuperar, pero esto demostró el efecto de la incertidumbre política sobre la economía. “Aquellas opiniones de que la economía y la política caminan por cuerdas separadas simplemente están equivocadas”.

Resaltó que la caída de los contagios y de la mortalidad por la pandemia, ha sido buen impulso para la economía y en esto “se le debe un reconocimiento al gobierno del señor Sagasti, por haber realizado esfuerzos por lograr la llegada de las vacunas”.

El rebote de la economía, según dijo, generó mayor empleo formal en el sector público, aunque el sector privado aún está deprimido en este tema.

Reconoció que la inflación podría afectar la capacidad adquisitiva de las familias, recordando que estuvo por buen tiempo dentro del rango del BCR (entre 1% y 3%), pero esta vez lo superó, afectando a la canasta básica, por ende, a las familias de menores ingresos.

Sin embargo, en su opinión, la inflación no podría tener repercusiones de largo plazo si tuviese un buen manejo monetario y eso estaría garantizado si Julio Velarde se queda al frente del BCR.

Según las proyecciones de Alfredo Thorne el déficit fiscal se cerrará lentamente, llegando a 6.5% en el 2021 y mantenerse en un nivel semejante en el 2022. “El factor que está permitiendo cerrar el déficit se debe al buen rebote de los ingresos públicos, gracias a la subida del precio de los commodities en el mercado internacional, como el cobre, plata, zinc, entre otros”, recalcó.

Dijo que al nuevo ministro de Economía y Finanzas no le preocupa el gasto no financiero, porque “habrá muchos ingresos”. Esto en opinión del expositor es un error, porque el gasto no financiero el año pasado subió a 24.8% y este año terminará en 25%., niveles de gasto nunca vistos en el Perú, según enfatizó. “Los niveles de ingreso tampoco han aumentado mucho, más bien estamos en niveles relativamente bajos”, agregó.

La consecuencia de menor ingreso y mayor gasto es que nuestra deuda se ha disparado a 10% y la deuda neta se encuentra en 13%, según precisó el economista.

Recordó que debido a la pandemia se cambió la composición de la deuda, endeudando al Perú en bonos en dólares que llegaron al 17% del PBI y, como consecuencia, los bonos soberanos empezaron a bajar.

Esto significa, según lo precisó, que el gobierno del señor Castillo tendrá que utilizar más recursos en soles para pagar la deuda en dólares.

Sin embargo, destacó que en el corto plazo, el nuevo gobierno ha heredado una inversión pública que se acelera y unos ingresos tributarios que rebotan sólidamente. “Esto debido a la buena gestión del exministro de economía Waldo Mendoza”.

Thorne sostuvo que Pedro Castillo, en su mensaje a la Nación se abrió dos grandes retos: 1) La gestión del sector público heredado, que implica controlar la evolución de la pandemia, agilizar el proceso de vacunación y retomar la senda del crecimiento económico inclusivo. 2) El compromiso con su partido, de convocar a una Asamblea Constituyente.

Dijo que concretar los compromisos asumidos por el presidente el 28 de julio costaría alrededor de 2.1% del PBI, en consecuencia, el escenario del déficit fiscal será un problema serio para el gobierno. Agregó que gran parte del déficit del 2021 será financiado con el ahorro del PBI y esos ahorros que tenía el Perú como gran colchón se extinguirán este año. “Esto significa que el déficit del 2022 será financiado con bonos, incrementándose el costo de la deuda”.

Para concretar la Asamblea Constituyente –dijo el expositor- Castillo tiene tres vías, según la opinión de especialistas, pero todas pasan por el Congreso o referéndum: Reforma parcial vía el Congreso, reforma total vía Congreso y referéndum y recolección de firmas y el Congreso.

Explicó que en las tres vías el señor Castillo no lograría su sueño de una nueva Constitución, ni siquiera una reforma parcial, por falta de votos en el Congreso, aun si se lograra convocar a un referéndum no tendría apoyo del pueblo, según las últimas encuestas realizadas por diversas instituciones.